Monday, 27 May 2013

A veces hay que quejarse…

Yo de lo que verdaderamente estoy hasta el gorro es de que todo el mundo piense que la comida británica es fatal. Habiendo vivido en España durante casi cuatro meses ahora me siento cualificado para comparar las cocinas de los dos países. No sólo voy a cuestionar este tópico de la cultura inglesa sino también disputar el prestigio de la comida española. ¡Ya es hora de que alguien revele la cruda realidad!











Los ingleses. Sí, somos gamberros y borrachos. Y sí, allá llueve demasiado. ¡Pero hoy en día nuestra comida es muy buena! De hecho, el Reino Unido acoge más restaurantes que España con al menos una Estrella Michelin. Estoy harto de la gente que me dice que nuestra comida es asquerosa. No hay derecho a que digas eso. Es verdad que en los años setenta la cocina inglesa era terrible. Pero ahora este punto de vista es anticuado y a mí lo que realmente me saca de quicio es que todavía los ingleses sufran de su oscuro pasado culinario.
                               
Y por si no fuera bastante, los españoles hablan como si su cocina fuera la mejor del mundo. ¡Basta ya! En realidad, y en especial en Barcelona, la gran mayoría de los restaurantes son trampas para turistas que engañan a los que no tienen más conocimiento. Encima, el alma de la cocina española se ha perdido. Ahora casi no se siente la identidad regional de la comida de las diferentes regiones . Es decir que en todas partes sirven patatas bravas y tortilla, o sea, las tapas más típicas (y aburridas) y es cada vez más difícil encontrar los auténticos platos de Catalunya. De todas maneras, la comida inglés está en alza y ¡me irrita el hecho de que nadie lo sepa! ¡Se acabó!

Wednesday, 8 May 2013

Da Greco – la estrella italiana de Barcelona


Da Greco es un tesoro escondido en el centro de Barcelona. El local es precioso, situado entre las maravillas arquitectónicas de la calle más bonita de la ciudad, el Paseo de Gracia. 


















De entrada, parece un sitio muy ‘esnob’ y tienes que tocar el timbre para entrar. Sin embargo, el interior del restaurante evoca el surrealismo extravagante de Gaudí que se ve en sus alrededores. Un revoltijo encantador de estatuas y pinturas y una carta tan grande como un periódico de gran tamaño me hicieron sentir que cenaba en una pintura de Dalí.
Dicho esto, mientras que la apariencia del restaurante parece muy excéntrica y extravagante, la comida, en cambio, es tradicional, pero, de todas formas, exquisita. Los platos (una selección típica – de risotto, pasta y gnocchi) son riquísimos, sin excepción. Mi recomendación personal es la degustación de tres pastas: una variedad de exquisiteces que te ofrece la ocasión de probar unos tallarines con mariscos, un risotto delicado de queso parmesano y, el punto fuerte, los magníficos raviolis de setas.
Un detalle muy original, y que me pareció una buenísima idea e iniciativa es que aparte de tu plato de pasta traen también el mismo plato en versión mini para que el resto de comensales lo puedan probar. De esta manera si sois varios en la cena, podréis probar todas las pastas de tus amigos.
Si quieres comer de lujo a un precio muy asequible para todos los bolsillos, ¡vete a Da Greco!

Un día de rosas y libros

El martes 23 de abril se festejó el día de Sant Jordi aquí en Barcelona. Esta fiesta es una mezcolanza fascinante del día de San Valentín y una celebración de los libros y la literatura. El hecho de que el día combina aspectos mitológicos (la matanza del dragón por Sant Jordi), la costumbre medieval de regalar una rosa a una persona amada y la celebración más contemporánea del Día del Libro hace que sea una fiesta muy distinta y singular. ¡No he experimentado nada igual antes!

Por lo que se refiere a mis experiencias personales del día, lo disfruté muchísimo. Había oído mucho sobre el bullicio que llega a La Rambla durante este día pero aun así me sorprendió el río de gente que fluía por aquella calle más conocida de la capital catalana. Una marabunta humana se había lanzado al centro de la ciudad, todos y cada uno buscaba el libro más especial o la rosa más exquisita. Acerca de los libros, cabe añadir que el nacionalismo catalán estaba entretejido con los temas de la literatura en exhibición. La bandera catalana y libros concernientes a la independencia estaban por todas partes. Estaba claro que este día no es sólo un día para conmemorar la muerte de Sant Jordi, sino también una oportunidad vital para la gente catalana de expresar su orgullo nacional.

El ambiente era muy animado y me emocionaba simplemente dar un paseo por las calles concurridas. Compré dos libros: ‘El Principito’ y ‘La Sombra del Viento’, ¡y no veo la hora de empezar con toda la diversión de la lectura! Después eché un vistazo al Ayuntamiento, que sólo por este día abre sus puertas al público.